Los viajes nos
permiten descubrir nuevos sitios, nuevas costumbres, nuevas maneras de vivir…
Así, descubrimos otras maneras de cocinar y podemos inspirarnos de la costumbres de nuestros vecinos. Los viajes abren nuestra mente y alimentan nuestra fascinación por la diversidad de
nuestro mundo. La comida es un elemento fundamental en cualquier cultura. Por
eso, nos gusta comer el plato típico del país que descubrimos.
En los últimos
años, el interés por la gastronomía de distintas partes del mundo ha crecido
hasta el punto de que la comida se convierta en motivo o excusa para viajar. Ha
nacido lo que llamamos el turismo
gastronómico. De hecho, es
necesario acercarse al país para conocer la inmensa riqueza de su gastronomía.
Además,
si cada cultura tiene su propio plato típico...cada persona tiene
su propia comida.
Con
la creciente globalización, la gente ya no come solamente los platos de su
región sino los mismos que la gente de otra parte del mundo. Las hamburguesas
de la comida norte-americana se difundieron tanto como los maki y los sushi de
la comida japonesa.
Se dice que la comida es el reflejo de la personalidad. Un vegetariano es alguien quien respeta los animales.
Sin duda, lo que pones en tu carrito describe quién
eres.
Un carrito lleno de frutas y legumbres es seguramente el de una persona que da importancia a lo que come mientras que el que compra patatas fritas a la inglesa, queso y pasteles no come de manera equilibrada, no toma el tiempo de cocinar y comer bien...
Podemos también saber gracias a un carrito si la persona es soltera, casada o si tiene niños.
Pues, antes de abordar a una persona en el supermercado, mira en su carrito sus gustos culinarios!
Tiphaine Thomas
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